Radioterapia – Cabeza y cuello

Durante el tratamiento radiante de cabeza y cuello se presentan alteraciones que pueden ocasionar molestias o dificultad a la hora de alimentarse o hidratarse y lleva a una pérdida de apetito y de peso. Es importante comentar cuanto antes a su médico oncólogo radioterapeuta cualquier alteración para iniciar su tratamiento lo antes posible, y así reducir el riesgo de desnutrición. A continuación detallamos las más frecuentes, que varían en función del sector de cabeza y cuello que se irradie.

Estudios requeridos para valoración médica
• a. Biopsia (Informe de Anatomía Patológica)

• b. Estudios relacionados a la enfermedad por la cual consulta:

i. Estudios de imagen: informes (Ej. Placas de Rx, tomografía computada, resonancia magnética, ecografías, etc.)

NOTA: Es importante que además de los informes aporte las placas o cd de los estudios de imagen

ii. Último análisis de Laboratorio (Los análisis por lo general tienen una vigencia de 21 días)

iii. Informes de laboratorios antiguos solo en caso de que en ellos informen datos relevantes como el PSA inicial o marcadores tumorales, o resultados que se consideren importantes. iv. Si el paciente recibió tratamiento con Radioterapia en forma previa, debe adjuntar informe del tratamiento recibido que indique:

1. Fecha de inicio y finalización, dosis total recibida, dosis por fracción, ángulos, número y tamaños de campo, histograma dosis volumen de PTV y órganos de riesgo, DRR de zona tratada o en su defecto radiografías verificadoras o esquemas.
Caída del pelo
La radioterapia debilita el folículo piloso, por lo que aproximadamente, a las dos o tres semanas de iniciar el tratamiento se aprecia, exclusivamente en la zona irradiada, caída del pelo. Esta caída puede ser reversible (si se han administrado dosis bajas de radioterapia), aunque es posible que el pelo salga más débil y en menor cantidad. Cuando se alcanzan dosis altas, esta pérdida de pelo puede ser definitiva.
Dificultad para tragar (Disfagia)
la radioterapia provoca alteraciones de la mucosa del esófago dando lugar a una esofagitis. Esta inflamación de la mucosa aparece a las dos o tres semanas de iniciar el tratamiento, provocando dolor y dificultad para tragar determinados alimentos, fundamentalmente sólidos.
Mucositis (alteraciones de la mucosa)
La mucosa de la boca y orofaringe, es altamente susceptible al efecto de la radiación, provocando alteraciones que, aunque no son graves, pueden resultar molestas.
En general comienzan a apreciarse tras una o dos semanas de tratamiento. Inicialmente se observa un enrojecimiento de la mucosa de la boca que ocasiona ligeras molestias.
Según aumenta la dosis recibida, comienzan a aparecer pequeñas heridas en la mucosa (aftas), que pueden requerir tratamiento médico específico. Estas alteraciones desaparecen tras unas semanas después de finalizar la radioterapia.
Infección por hongos
Es muy frecuente que, debido a la alteración de la mucosa por la radiación, se produzca una infección por hongos de la misma.
Alteración de las glándulas salivares
La radiación produce disminución de la calidad y cantidad de saliva segregada. Esta alteración puede mejorar parcialmente tras varios meses de finalizar la radioterapia y es probable que quede como secuela una boca seca (xerostomía). No obstante, estas alteraciones son menores con las nuevas técnicas de tratamiento.
Tipos de fraccionamiento
El fraccionamiento estándar consiste en administrar una sesión al día durante cinco días a la semana, descansando dos. En la actualidad, cada vez se realizan más tratamientos con fraccionamientos diferentes al estándar, como lo es el Hipofraccionamiento que consiste en administrar dosis más elevadas en cada sesión, reduciendo el número de sesiones totales. Como ventaja, un acortamiento importante del tiempo total de tratamiento con la equivalencia del tratamiento estándar.
Pérdida del gusto
Durante el tratamiento es frecuente que se produzca pérdida del gusto o aparición de sabor metálico en la boca por efecto de la radiación sobre las papilas gustativas. Generalmente, tras finalizar el tratamiento, gradualmente se recupera el sabor de los alimentos.
Alteraciones dentales
Siempre visitar a su odontólogo antes de iniciar tratamiento radiante e informar a su médico oncólogo radioterapeuta sobre cualquier procedimiento que tenga programado (extracciones dentales, tratamiento de conducto, implantes dentales, etc).

Cuidados

Antes de empezar el tratamiento es aconsejable que visite al dentista. Especialmente hacerlo si es necesario extraer alguna pieza dental o realizar endodoncias, ya que si se hacen durante o después del tratamiento pueden surgir complicaciones serias. Mantenga una buena higiene dental durante y después del tratamiento.

Higiene dental
Utilice un cepillo de cerdas muy suaves (para evitar erosionar la mucosa de las encías) y una pasta de dientes con alto contenido en flúor.

Evite colutorios con alto contenido en alcohol. Puede enjuagar la boca con agua de manzanilla.

Evite colutorios con alto contenido en alcohol. Puede enjuagar la boca con agua de manzanilla.

No fume ni beba. El tabaco y el alcohol son irritantes de las mucosas de la boca.

Cuidado con la dentadura postiza. Si utiliza dentadura postiza, durante el tratamiento puede ocasionarte lesiones en la mucosa de la boca. Utilícela sólo si es necesario (comer o salir a la calle).

Lave la dentadura postiza al menos dos veces al día, para evitar que se acumule comida en ella.
En el caso de mucositis
Evite alimentos ácidos (naranja, pomelo, limón, etc.).

Evite alimentos duros (galletas, patatas fritas, frutos secos, etc.), que puedan erosionarle la mucosa.

Consuma alimentos fríos o a temperatura ambiente. Las comidas calientes son irritantes.
En el caso de disfagia o dificultad para tragar
Introduzca en la boca pequeñas cantidades de alimento.

Evite alimentos sólidos como pan o carne, ya que son más difíciles de tragar.

Es preferible que prepare los alimentos en puré.

Ayude con un poco de agua que te facilite la deglución.
En el caso de falta de apetito
Coma poca cantidad en un mayor número de veces. Haga 5 ó 6 comidas al día.

Coma entre comidas.

Elija alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, arroz, pasta...). Son la base de la alimentación y le proporcionarán energía.
El medico puede recomendarle suplementos nutricionales, que aporten un extra de calorías a su dieta Beba abundantes líquidos para prevenir la deshidratación.